SEPTIEMBRE
Caen gotas de sol en la arena
y en tu espalda morena de pleamar desnuda.
Mañana serás muda ciudad no serena;
el alma puesta de medio lado.
Y aunque aún quede mar escondido
(en el fondo de tus pies encerrados)
te atrapa el hastío de las olas perpetuas,
sentada en tu caja de supermercado,
pues se oyen sirenas, pero ahora juegan
sobre una luz roja. Girando y aullando,
iluminan la esquina que busca sustento.
Como tú, se vende, a un precio más bajo.
Mira, niña, a otro lado,
y seca tus ojos que añoran estío,
pues sólo hay pereza, rencor y pasado.
Y cuando lleguen los rayos plenilunios de olvido,
ligeros de noche sin mar y sin brisa,
oculta el castigo del dulce recuerdo;
que, súbito, trajo el dolor y la herida,
del triste septiembre aún no alcanzado.
Se puede leer la revista completa en el siguiente enlace:
Aldaba 28