El invierno regresa
incluso en las gélidas palabras
de los que me visitan.
[Sumitaku Kenshin]
Invierno, el que calla tu ausencia.
Devorado horizonte
tu utopía esquivada.
Tan voraz como el tiempo
que siega la vida;
cultiva la nada.
Vas
recogiendo nuevos brotes
de solitarios olvidos;
de gélidas palabras.
Copos de nieve recuerdan
caminos.
El sol no amanece;
el alba no ilumina
No despierta el hombre, quien malgasta sus
horas
fustigando el encuentro
con los que ya partieron.
Triste el que sólo aprende
de la semilla
que en flor culmina.
El destino sólo
es uno.
De ahí la diferencia,
conocida muy tarde por centinelas dormidos.
Pues en la catarata infinita
que, silenciosa, nos sostiene
…
ya no hay lugar para los nombres.
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